Por Pablo Besarón y Hugo Müler.
Una
hipótesis bien formulada deberá contener elementos o términos que sean
observables, y en consecuencia, sujetos a medición. No podrá desarrollarse una
investigación si no se emplean indicadores que midan las variables de las
hipótesis planteadas. En términos generales, una variable se puede definir como una propiedad que puede variar y
cuya variación es susceptible de medirse (Hernández Sampieri, Roberto et. al.;
2000). La variable siempre se aplica al grupo u objetos que se investigan, los
cuales adquieren distintos valores en función de la variable estudiada.
El
investigador debe definir los indicadores de las variables antes de realizar la
recolección de datos, y para ello deberá utilizar términos operacionales, es
decir, que produzcan datos concretos, que sean cuantificables. Las definiciones
operacionales serán las adecuadas si los instrumentos de recolección de datos
proporcionan información que sea afín con los conceptos que representan, los
cuales se exponen en la definición conceptual de las variables de la hipótesis.
Uno de
los primeros objetivos que se debe asegurar el investigador es que las
variables puedan ser evaluadas a través de una prueba empírica, lo cual es una
condición fundamental de las hipótesis. Por otra parte, la operacionalización de los términos depende en gran medida de las
delimitaciones espacio-temporales del problema de investigación. En cuanto al
tiempo, inciden factores como la duración de la investigación, el contexto
histórico y los antecedentes del problema, cómo se lo concibe en el presente y
qué perspectivas presenta a futuro. En relación con el espacio, importa la
localización geográfica de la investigación, su interrelación con otras áreas o
disciplinas cercanas, de modo que la investigación pueda ser confrontada con
otras similares.
Tipos de variables
Siguiendo
la definición brindada por Sampieri, el término variable se relaciona con algo
que puede adquirir más de un valor, como por ejemplo la edad, el sexo, el nivel
educativo, nivel de ingresos, estado civil, etc. Las variables, por lo general
son analizadas en su vinculación o asociación con otras variables, y no de
manera aislada, para que puedan estudiarse los efectos que produce la
asociación de las mismas. Para ello se tendrán en cuenta las categorías, que
son los valores probables que puede adquirir una variable, y las dimensiones,
que son determinados aspectos de una variable. Una clasificación que puede
hacerse de las variables es la siguiente:
En
función de la facilidad de su medición, pueden ser simples o complejas:
-unidimensionales
(peso)
-multidimensionales
(calidad acústica)
-dicotómicas
(con dos valores, como sexo, si la persona es o no fumadora, etc.)
En
función de la hipótesis, pueden ser independientes (variable determinante, que
se da con anterioridad) o dependientes (que es la producida o inducida por la
variable independiente), lo cual sucede en las relaciones causales que suelen
establecer las hipótesis. Si por ejemplo planteamos como hipótesis de
investigación que "la motivación de los empleados en la empresa X
condiciona su productividad", nos encontramos con la variable
independiente "motivación", y con la variable dependiente
"productividad". Al establecerse en la hipótesis una relación causal
entre ambas variables, está claro que una de las variables es causa del
fenómeno afirmado en la hipótesis (en nuestro caso, la motivación), y la otra
variable es consecuencia de dicho fenómeno (en nuestro caso, la productividad).
En
función de la distancia que tienen respecto del plano empírico pueden ser
manifiestas (por ejemplo, estatura, color de pelo, ojos, rendimiento físico), y
latentes (por ejemplo, en determinadas cualidades como la inteligencia, la
templanza), que son trasladadas con mayores obstáculos al plano empírico.
En
función del contexto en el que se da la relación, pueden ser las variables
intervinientes -que remiten a las lisa y llanamente contextuales-individuales,
que están referidas a individuos (sus características peculiares) o colectivas,
analíticas -basadas en cada uno de los miembros del grupo estudiado-, o
globales -referidas al conjunto-.
En
cuanto a si se puede hablar de una distinción entre variables cualitativas y
cuantitativas, no existe un consenso en esta materia. Hay quienes afirman que
las variables en cuanto tales implican necesariamente una cuantificación, y por
lo tanto no puede hablarse de variables cualitativas, y están quienes afirman
que puede haber variables cualitativas. En este segundo caso, según los
objetivos de la investigación, las variables pueden ser cualitativas o
cuantitativas. Si se trata con categorías que son atributos o propiedades (por
ejemplo: para medir la variable motivación destacar las categorías diálogo con
jefe de producción, trabajo en equipo, resolución de conflictos), se tratará de
variables cualitativas, y serán cuantitativas cuando se miden magnitudes
(cantidad de horas/hombre, etc.)
Las
variables se miden mediante indicadores, que a su vez se definen por el valor
que adquieren. Algunos indicadores son directamente observables, como la
estatura, el color de ojos, mientras que otros son construidos, como el nivel
socioeconómico. Se ha visto que la definición de las variables de una hipótesis
constituye un punto central de toda investigación, y que esta definición debe
hacerse de dos formas: conceptual y operacionalmente. En otras palabras, la
definición conceptual de las variables debe ser transformada en un concepto
operativo, seleccionando los indicadores, en el nivel directamente observable,
que permitan medir los conceptos, respondiendo a la relación expresada en la
hipótesis.
Definición
conceptual
Básicamente,
la definición conceptual de las variables constituye una abstracción articulada
en palabras para facilitar su comprensión y su adecuación a los requerimientos
prácticos de la investigación. Puede pensarse como la definición que nos da un
diccionario de determinado concepto. A esta definición también se la suele
denominar constitutiva, y da cuenta de la realidad a la que remiten las
variables analizadas. La adecuación de la conceptualización depende de su
utilidad en la construcción de teorías para explicar los resultados de la
investigación. Por ejemplo, la definición conceptual de la variable
productividad para el caso citado con anterioridad, podría ser: Capacidad de un
aspecto productivo para crear bienes o servicios en determinada unidad de
tiempo
Definición
operacional
Una
definición operacional está constituida por una serie de procedimientos o
indicaciones para realizar la medición de una variable definida conceptualmente
(Kerlinger, F.; 1979). En la definición operacional se debe tener en cuenta que
lo que se intenta es obtener la mayor información posible de la variable
seleccionada, de modo que se capte su sentido y se adecue al contexto, y para
ello se deberá hacer una cuidadosa revisión de la literatura disponible sobre
el tema de investigación.
Para el
caso que venimos desarrollando, la definición operacional de la variable
productividad, podría ser la siguiente: cantidad de bienes producidos por un
trabajador en una jornada laboral de ocho horas. Debido a que en el ejemplo se
pretende buscar una relación entre motivación y productividad, la definición
operacional de la variable productividad se circunscribe al trabajo realizado
por un trabajador en determinado lapso de tiempo, ya que si el objeto de
estudio hubiese sido, demos el caso, analizar la productividad en relación con
el uso de ciertos materiales o maquinarias, entonces la definición operacional
hubiese sido otra.
El
investigador, al formular la definición operacional, debe considerar las
condiciones contribuyentes, contingentes y alternativas al problema que trata.
Una condición contribuyente aumenta la posibilidad de que un fenómeno ocurra
pero no lo hace implícito o cierto, ya que por sí misma no causa el fenómeno
sino que es uno entre otros tantos factores que inciden en su ocurrencia. Las
condiciones contingentes y alternativas que inciden en la medición de una
variable son más proclives a ser analizadas en las investigaciones sociales.
La operacionalización de las variables está estrechamente
vinculada al tipo de técnica o metodología empleadas para la recolección de
datos. Estas deben ser compatibles con los objetivos de la investigación, a la
vez que responden al enfoque empleado, al tipo de investigación que se realiza.
Estas técnicas, en líneas generales, pueden ser
cualitativas o cuantitativas. Las técnicas cuantitativas se emplean cuando el
universo de estudio es amplio y la complejidad de las variables posibilita una
aceptable desagregación en niveles susceptibles de cuantificarse y ser
analizados. La encuesta es el instrumento de recolección de datos más utilizado
en las investigaciones cuantitativas. Por su parte, las técnicas cualitativas
son más utilizadas en las investigaciones exploratorias, su flexibilidad permite
la construcción de categorías en la búsqueda, análisis e interpretación de los
datos obtenidos. Con esta técnica, empleada por ejemplo en las entrevistas en
profundidad, se produce una interacción permanente entre la observación y la
reflexión, entre lo descriptivo y lo explicativo.
Variables,
dimensiones e indicadores.
Cuando
nos encontramos con variables complejas, donde el pasaje de la definición
conceptual a su operacionalización requiere de instancias intermedias, entonces
se puede hacer una distinción entre variables, dimensiones e indicadores. A
modo de síntesis, puede afirmarse que el pasaje de la dimensión al indicador
hace un recorrido de lo general a lo particular, del plano de lo teórico al
plano de lo empíricamente contrastable.
Las
dimensiones vendrían a ser subvariables o variables con un nivel más cercano al
indicador. Para el caso de definir a la variable productividad, nos encontramos
con diferentes subdimensiones que forman parte de la variable, como ser: mano
de obra, maquinaria, materiales o energía. Cada una de estas subvariables son
las dimensiones de la variable productividad.
A su
vez, estas dimensiones, para poder ser contrastadas empíricamente por el
investigador, requieren operacionalizarse en indicadores, que no son otra cosa
que parámetros que contribuyen a ubicar la situación en la que se halla la
problemática a estudiar. En un sentido restringido, los indicadores son datos.
Para la variable productividad, por ejemplo, en la dimensión mano de obra, los
indicadores podrían ser cantidad de productos envasados por un trabajador en
ocho horas de trabajo .
Bibliografía
Anguera.
Investigación cualitativa. M.C.E. Madrid, 1987.
Bachelard,
G. La formación del espíritu científico. Siglo XXI. Buenos Aires, 1974.
Blanchet,
A. Técnicas de Investigación en Ciencias Sociales. Morata. Madrid, 1994.
Kerlinger,
F. Enfoque conceptual de la investigación del comportamiento. Interamericana.
México, 1979.
Sabino,
Carlos A. El Proceso de Investigación. Buenos Aires. Ed. Lumen - Humanitas, 1996.
Samaja,
J. Epistemología y Metodología de la Investigación. Eudeba.
Buenos Aires, 1994.
Hernández
Sampieri, R. et. al. Metodología de la investigación. Mc Graw Hill. México,
2000.
BIBLIOGRAFÍA
Besarón,
P., & Müler, H. Tipos de variables.
http://scholar.google.es/scholarq=+tipos+de+variables&btnG=&hl=es&as_sdt=0
28 de marzo de 2013 12:15 am
http://scholar.google.es/scholarq=+tipos+de+variables&btnG=&hl=es&as_sdt=0
28 de marzo de 2013 12:15 am
Subido
por: López Montalvo Jennifer
El motivo de publicar este artículo fue que esta relacionado con realizar una operacionalización de variables en el momento en que realizamos un protocolo. Los tipos de variables que se utilizan en este caso deben tener elementos que sean observables y sujetos a medición, (variables cuantitativas).
ResponderEliminarTambién esta describiendo cada una de las variables que podemos encontrar al estar haciendo una investigación y que esta relacionado con el investigador que haciendo esta operacionalización puede organizar las necesidades de la investigación.